ROGER WATERS: THE DARK SIDE OF THE MOON REDUX

ROGER WATERS: THE DARK SIDE OF THE MOON REDUX

A estas alturas de la película resulta absurdo tratar The dark side of the moon como una novedad. Sin embargo, Roger Waters ha publicado su propia versión del disco, llamada The dark side of the moon redux, y el resultado se ajusta perfectamente a lo esperado.

Hace ya varios meses que Waters anunció su intención de regrabar el clásico de Pink Floyd. Los motivos, según él, eran cuestión de perspectiva. El disco original “parecía ser en cierto modo el lamento de un anciano sobe la condición humana”. El problema, según parece, es que sus canciones fueron compuestas por músicos en un estadio de juventud que los incapacitaba para comprender a pleno rendimiento los mecanismos de la vejez. Así que es ahora, con ochenta primaveras ya contadas, cuando el músico considera que ha llegado el momento de afrontar la tarea pendiente y ofrecer la versión del disco que debería haberse grabado hace cincuenta años.

Lo mejor que puede decirse de este experimento es que, al menos, no suena estrictamente igual que el original. Las canciones de The dark side of the moon redux son reinterpretaciones de las originales, no versiones en su sentido más puro, aunque todas resulten reconocibles solo con unos pocos acordes. Los temas siguen la tónica de los avances que hemos podido escuchar durante estos meses. Aquí el tempo es lento y la interpretación minimalista. En este sentido, no hay sorpresas ni momentos que sorprendan por encima de otros. En general, se trata de un trabajo sobrio e introspectivo; aburrido en su mayor parte.

Se trata del disco de siempre pero desde una nueva perspectiva que se antoja densa, pretenciosa y pedante. Waters se enfrasca por aquí y por allá en soporíferos pasajes recitados que, supongo, pretenden completar el mensaje original, pero que solo logran hacer más tediosas las canciones. Por lo general, todo destello de grandeza de las composiciones originales se dinamita en beneficio de una estructura plana y anodina.

The dark side of the moon redux. Preguntas y respuestas

Este disco plantea una serie de cuestiones que, en mi caso, tienen fácil respuesta.

  • ¿Es un buen disco? Suena bien, pero no llama a afianzarse con una segunda escucha.
  • ¿Era necesaria esta nueva versión? En ningún caso.
  • ¿Mejora el original? Por supuesto que no.
  • ¿Aporta algo nuevo? Nada, o muy poca cosa.
  • ¿Sobrevivirá al paso del tiempo? Lo dudo, pero nunca se sabe.
  • Entonces, ¿lo escucho o le doy la espalda? Escúchalo, claro, no muerde.
  • ¿Por qué Roger Waters ha hecho esto? No lo sé. Supongo que porque podía, porque le daba la gana.

Y eso es todo. Porque sobre las canciones no hay mucho que decir, ya son bastante conocidas y aquí no vamos a descubrir nada nuevo.

Roger Waters, The dark side of the moon redux (2023)

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