SWEET HOME ALABAMA Y LA INTERPRETACIÓN DE LAS COSAS

No todo el mundo ve las cosas del mismo modo. Lo que para unos es negro puede resultar gris para otros; así, un frío día de invierno en el sur de Europa parecerá primaveral para un hijo de la península escandinava. Esto quiere decir que cualquier cosa puede estar sometida a diferentes interpretaciones en función del prisma ocular a través del que se observe. Ocurre con casi todo; con el trazo de un pintor, el sabor de un plato o el mensaje de una canción. Y si encima las valoraciones no se molestan en descender más allá de los estratos más superficiales, se dan situaciones como las que definieron los lazos de la relación entre Neil Young y Lynyrd Skynird a partir de la publicación de Sweet home Alabama.

Todo empieza con dos canciones sobre el sur

Como toda buena historia que se tercie, esta también tiene sus antecedentes. En 1970, Neil Young graba su tercer disco en estudio, After the gold rush, y dos años después ve la luz uno de sus mayores éxitos comerciales, Harvest. El discurso de Young siempre ha circulado en paralelo a su grado de compromiso social y esto, por supuesto, era parte fundamental de su puesta en marcha a la hora de escribir las letras de muchas de sus canciones. Así, en estos álbumes se incluyen dos temas que tratan de describir la realidad de determinadas áreas del sur de Estados Unidos, de zonas que a comienzos de los años setenta contaban con alarmantes niveles de racismo, segregación y falta de respeto hacia los derechos de ciudadanos con determinado color de piel. Estas canciones son Southern man y Alabama, composiciones por cuyos versos pululan chasquidos de látigos, enormes mansiones blancas frente a cutres chozas, cruces en llamas y, en general, otras descripciones cotidianas de la realidad de territorios que el cantante ve en un estado retrógrado de ruina y corrupción moral.  

Southern man y Alabama fueron bien acogidas por los seguidores de Neil Young, pero no tanto por aquellos que pudieron darse por aludidos tras escucharlas. Entre estos últimos se encontraban los componentes de un grupo de rock sureño que había conseguido publicar su primer disco en 1973. Su nombre, Lynyrd Skynyrd. Para su segundo trabajo de estudio, estos compusieron una canción que se presentaba en parte como una respuesta a las alusiones que Young había vertido contra el modo de vida sureño. Seguro que te suena, es Sweet home Alabama. El tema no tardó en convertirse en un clásico indiscutible de la historia del rock, además de toda una referencia en la historia de la música como promoción turística.

Mensajes e interpretaciones de Sweet home Alabama

La canción comienza con alguien que conduce hacia Alabama, esa tierra donde el cielo es siempre azul. Inmediatamente aparecen unos versos que dicen algo así como “Bueno, escuche a míster Neil Young cantar sobre ella / Bueno, escuche al viejo Neil menospreciarla / Bueno, espero que Neil Young recuerde / Un hombre del sur no le quieren por aquí de ningún modo”. Por supuesto, esto no pasó desapercibido a nadie. El mensaje no es sutil ni camina entre las sombras; no utiliza metáforas ni hay que leer entre líneas para descifrarlo. No, aquí se hace una mención directa a Neil Young y se le deja claro que no es bien recibido en el sur. Además, y por si algún oyente podía tener dudas al respecto, en un momento dado puede escucharse de fondo a alguien cantar Souther man. Sobre este último detalle se llegó a especular que la voz fuese la del propio Neil Young, pero parece ser que el cantante no era otro que Al Kooper, productor de Lynyrd Skynyrd, imitando el estilo del canadiense.

Como decíamos, la canción terminó por ser uno de los mayores éxitos comerciales de la música rock estadounidense. Pero también saltaron algunas alarmas y comenzaron a germinar toda clase de habladurías. ¿Por qué Lynyrd Skynyrd respondían de esta manera a Neil Young? Seguro que el grupo era racista. ¿Era este el comienzo de una bonita relación de enemistad que avivaba la tensión subyacente entre el norte y el sur? La carnaza estaba servida, las guadañas se afilaron y pronto todo el mundo tuvo que dar explicaciones a alusiones, acusaciones e interpretaciones.

Además, y a fin de avivar un poco más las llamas, tuvo lugar un pequeño malentendido relacionado con una estrofa en Sweet home Alabama donde se dice que “En Birmingham aman al gobernador”. Esta ciudad es la más grande de la región y el gobernador al que se hace referencia no era otro que George Corley Wallace Jr., un político segregacionista que estuvo a cargo del estado durante cuatro mandatos. Tras hacerse eco del éxito de la canción y conocer que aparecía mencionado en ella, Wallace nombro a los miembros del grupo tenientes coroneles de la milicia estatal. Esto, por supuesto, no hizo más que acentuar la creciente fama de rednecks que se había otorgado a los integrantes de Lynyrd Skynyrd. Ni Wallace ni muchos otros parecieron percatarse de que la estrofa de marras concluye con un “boo-hoo-hoo” a modo de abucheo.

En medio de todo este vendaval de interpretaciones y eco mediático, Lynyrd Skynyrd y Neil Young se declararon admiradores recíprocos. Entonces qué pasaba aquí, ¿había o no había conflicto? Pues parece ser que no, que lo que muchos interpretaron durante años como un choque abierto entre diferentes idearios políticos podía resumirse fácilmente como un simple pique entre músicos con diferentes maneras de entender las cosas. Lynyrd Skynyrd pertenecían a una estirpe criada al fuego de hogares sureños donde la pertenencia a una tierra pesaba mucho en la configuración moral de la gente. Mientras, Neil Young era un cantautor canadiense afincado en Estados Unidos con unas ideas un tanto más aperturistas y, tal vez, menos encorsetadas por razones de trascendencia geográfica. En el fondo, ambos pensaban igual. Pero claro, no todo el mundo ve las cosas del mismo modo.

Lynyrd Skynyrd se pronuncian

En unas declaraciones a la prensa, el cantante y compositor Ronnie Van Zant, afirmo que Neil Young “disparaba a todos los patos para matar solo a uno o dos”. Lo que quería decir es que su malestar con las canciones de Young no venía tanto del fondo como de las formas. Souther man y Alabama hacen referencias generalistas que no reflejan necesariamente la opinión de todos los habitantes del sur. Así Sweet home Alabama en su conjunto quiere mandar un mensaje a Neil Young: puede que no vayas desencaminado, pero no nos interesa tu opinión al respecto. En el fondo, la canción es la respuesta que alguien con un fuerte espíritu nacionalista hace a quien se enfrenta a su tierra, aunque sepa que los ataques tienen fundamento. “Somos rebeldes sureños, pero antes que eso conocemos la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal”, afirmaba Van Zant como conclusión a las declaraciones que abren este párrafo. Por supuesto, este chovinismo made in south lands incluía aspectos como hacer gala de la bandera confederada y decir en voz alta cosas como “somos rebeldes sureños”. Pero ya quedaba claro que los integrantes del grupo no estaban de acuerdo con muchas cosas que, como el ideario político de George Wallace, ocurrían a su alrededor.

Sobre la letra de la canción, Ronnie Van Zant llegó a confesar que la escribieron “como una broma. Ni siquiera pensamos sobre ello. Las palabras simplemente salieron de esa manera. Nos reímos un montón y dijimos ‘¿no es divertido?’. Nos encanta Neil Young. Nos encanta su música”.

Lo que opinó Neil Young

Por su parte, Neil Young también se pronunció sobre el asunto. En 1976 llegó a afirmar que estaba orgulloso de que su nombre figurase en una canción como esa. Varias décadas después, en su biografía Waging heavy peace aparece una especie de disculpa bajo las siguientes palabras: “Alabama se mereció la estocada que Lynyrd Skynyrd me dio con su gran canción. Ahora ya no me gusta la letra. Es acusatoria y condescendiente, no está bien pensada, es muy fácil de malinterpretar”.

Al final, todo se resume en un choque intrascendente entre dos puntos de vista diferentes; el de un norteño con unas ideas claras, liberales y tal vez generalistas frente al de unos sureños que sienten vulneradas sus ínfulas nacionalistas tras escuchar unas declaraciones que no consideran justas.

A partir de entonces fue habitual que Ronnie Van Zant actuase en directo con una camiseta de Neil Young. El 20 de octubre de 1977, un accidente aéreo se llevó por delante la vida del cantante sureño, tres miembros más de la banda, su manager y los dos pilotos del vehículo. Pocos meses antes habían publicado un disco llamado Street survivors en cuya horrible portada quedó plasmada para la posteridad la imagen de Van Zant enfundado en dicha camiseta. El 11 de diciembre de ese mismo año, Neil Young tocó en Miami su clásico Alabama, pero lo alargó para poder repetir varias veces “sweet home Alabama” antes de concluir la canción.

Ahora mismo vendría de perlas un llamamiento a la reflexión. Algo que nos hiciese pensar en todas esas veces que hemos juzgado cualquier cosa dejándonos llevar exclusivamente por nuestra mitad más pasional o por las voces atronadoras de la masa menos pensativa, sin atender a matices ni detenernos a analizar los acontecimientos con perspectiva. Pero de poco serviría. Este fenómeno se repitió pocos años después, cuando en 1984 Ronald Reagan apeló al espíritu Born in the USA y el tema de Bruce Springsteen adquirió tintes de himno patriótico para todos aquellos que no se molestaron en entender el mensaje de una canción profundamente crítica y antibelicista. Pasó entonces y pasa ahora, no hay más que echar un vistazo a nuestro alrededor.